
Los caracoles son uno de los platos estacionales más populares de la gastronomía cordobesa y su consumo empieza antes de la primavera, época turística por excelencia.
El consumo de caracoles en Córdoba y provincia es una costumbre popular que forma parte imprescindible de la gastronomía cordobesa y se hizo popular a mediados del siglo XX.
Entre las distintas variedades que se pueden probar encontramos los caracoles chicos en caldo, cabrillas en salsa, caracoles gordos y picantones que se sirven bien calientes.
Su carne, rica en minerales y pobre en grasas y colesterol, ya era apreciada en época romana que no solo fueron grandes consumidores de este animal sino también se dedicaron a su crianza.
